El jueves 14 tuvieron lugar las elecciones de UTE. La Rosa Marrón obtuvo, en el total de las mesas, un 9% de los votos (500 votos). La lista Celeste obtuvo 5.258 votos. En las urnas fiscalizadas, el porcentaje de la Rosa-Marrón asciende a 13%. La Rosa Marrón recogió el apoyo de un 
sector de la Lila, que esta vez no se presentó y prácticamente ha desaparecido de la vida política del gremio.
El cuadro político de la elección
Hubo dos fenómenos que marcaron el cuadro de la elección: las elecciones de la Ciudad y la huelga de Santa Cruz.
La huelga de Santa Cruz dio lugar a una profunda movilización de solidaridad entre los docentes porteños, encabezadas por las agrupaciones combativas, la Rosa-Marrón y Ademys.
La Celeste de UTE estuvo totalmente ausente de este proceso y avaló la represión en el Ministerio de Trabajo, sin convocar una sola medida de movilización en repudio.
Macri, Filmus y la UTE
El debate electoral de la Ciudad cruzó también las elecciones de UTE. El planteo de la Celeste "No a Macri, sí a la educación" fue un llamado a votar por Filmus -quien también avaló la represión a los docentes de Santa Cruz. La convivencia en la burocracia de fracciones de Proyecto Sur y kirchneristas impidió un llamado directo a los K.
En nombre de la campaña electoral primero y de sus resultados después, la Celeste ha renunciado a impulsar la organización y la movilización por las reivindicaciones; mientras los salarios se deterioran, la titularización de Media sigue esperando y las reivindicaciones siguen pendientes.
El fraude
La Celeste recurrió de una manera escandalosa al fraude. No entregó los padrones por urna, impidiendo una fiscalización efectiva, y se aseguró que hubiera empadronados en dos urnas. Las urnas no fiscalizadas tuvieron casi el doble de votos celestes de las fiscalizadas. Se registraron 55 votos en urnas en las cuales -de acuerdo con testigos- no habían votado más de tres personas. Incluso una presidenta de mesa reconoció que la presencia obsesiva junto a la urna de una fiscal rosa le había "impedido cagarle la urna" durante toda la tarde.
Las dos fracciones que llevaron a la ruptura a la CTA, actualmente conviviendo en UTE, aplicaron, juntas, el fraude contra la oposición clasista. El fraude cumplió el rol de intentar presentar un cuadro dominado totalmente por la Celeste, algo incompatible con una burocracia en crisis y una oposición en desarrollo.
Juan García
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