El 18 de agosto, con la sesión decisiva de diputados que trataría el proyecto de 82% del salario mínimo y la actualización de las demás escalas, resultaba una jornada trascendente para las organizaciones obreras. Más aún cuando había dudas del quórum y de la mayoría para la aprobación, cosa que finalmente ocurrió.
La lista 3, el PO, el Polo Obrero y diversas agrupa
ciones sindicales clasistas nos movilizamos a la puerta del congreso donde esperábamos tener que disputar espacio y micrófono para hacer escuchar nuestra voz.
Desde luego no esperábamos movilización alguna por parte de Yasky, alineado al inusitado discurso de que el 82% es funcional a la derecha, no a los jubilados que se debaten cada mes con algo más de 800 pesos. Pero sí cabía suponer que el degennarismo y l
as organizaciones que ellos influyen o dirigen, acompañarían al grupo de la coordinadora de jubilados integrante de la CTA, los cuales en días previos nos pidieron la contribución de una movilización lo más masiva posible ante la parada planteada para todo el movimiento popular y de los trabajadores.
Para sorpresa de propios y extraños, los más de dos mil quinientos compañeros del PO y la lista 3, protagonizamos un gran acto en soledad junto al eterno grupo de jubilados de los miércoles. Antes de eso la tribuna frente al Congreso fue largamente ocupada por un acto de la Federación Agraria, por la reducción de las retenciones, en el que intervino Pino Solanas de manera exclusiva apoyando el planteo de este sector de la patronal agraria.
Frente a la costosa tribuna, con los 50 o 70 ruralistas, la gran platea la ocuparon unos 500 trabajadores de los barrios de la CCC, que le salvó el acto a los impulsores de la baja de las retenciones para el trigo entre otros productos, mientras el pan y otros derivados se fueron a la nubes. A la defección de toda movilización de la CTA para luchar por el avance del proyecto del 82%, se sumó la CCC, hoy en la lista de Micheli, no tan solo para no hacer una movilización por el 82% sino prácticamente para apoyar su contrario: un planteo patronal de rebaja impositiva y de alcance fuertemente inflacionario.
El problema de la lucha por el 82% trasciende completamente el acompañamiento de una sesión de diputados. En el Senado está tendida la trampa para desguazarlo y virtualmente voltearlo y si todavía viviera, el veto presidencial terminaría con él. De manera que el destino del aumento está en manos de las organizaciones obreras, de la posibilidad de promover una movilización de masas de los jubilados con un fuerte apoyo popular. Lo que no podría sortear el veto presidencial sería una movilización de centenares de miles por esta bandera.
La CTA debería estar movilizada con todo por esta causa, poniendo en aprietos a la CGT alrededor del punto y colocarse como cabeza, como canal, para un movimiento popular de tipo general, a partir del promocionado padrón de 1,3 millones de afiliados que la integran y al que pretenden llevar al voto de una u otra fracción el 23 de setiembre.
En lugar de una política de este tipo se ha conocido la realización para el próximo 26 de agosto de una “jornada” de esas clásicas de la CTA, “multireivindicativa” y, por lo tanto, sin el objetivo de arrancar ningún reclamo concreto.
El degennarismo, que es el que impulsa esta “jornada” no cambia ni ante la perspectiva de que le arrebaten la central. Es más, se han conocido más detalles de las disputas de aparato con vistas a la elección del 23 de setiembre. 52 mil nuevos empadronados han sido incorporados por De Petris y sus socios Pérsico y otros. Por el lado del degenarismo 8 mil nuevos votantes de la CCC, han sido el fuerte de la negociación que le valió un cargo de candidato a directivo a Perillo, el ex socio de Baradel en Suteba. La situación es tal, que por ejemplo en Lomas de Zamora, donde hay 7 mil trabajadores por padrón de organizaciones sindicales como Suteba, ATE y Judiciales, la nómina total es sin embargo de 22.000, claro, incluyendo los “afiliados individuales” de los movimientos territoriales. Se conoció también que ATE tomó una disposición hace tres meses, por la cual su aporte a la central no es más automático, es decir que todo dependerá del futuro resultado.
Cuando hemos planteado que la CTA misma está en riesgo, no erramos un milímetro.
Antes del 23 de setiembre, nuestra lista se juega por el 82% desarrollando pronunciamientos masivos en los lugares de trabajo y movilizaciones ante el parlamento, se juega por las huelgas docentes provinciales que crecen para reabrir la discusión salarial en las provincias, se juega con el plan de lucha de los docentes universitarios, para quebrar a Watsejko en la etapa de discusión de condiciones de trabajo en el Sutna, después que entregó la lucha salarial.
Esta será la mejor campaña por el voto a la Lista 3 y por los fiscales para garantizarlo.
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